16.10.11

Tercer documento. La persona singular


El documento, en formato PDF de Acrobat Reader, aquí.
Los archivos recién subidos no se encuentran disponibles hasta horas después de la carga.


Origen de la palabra "persona"


La palabra persona viene del latín persona, o sea máscara usada por un personaje teatral. El latín lo tomó del etrusco phersu y éste del griego prosopon: máscara. Máscara en griego está formada por pros (delante) y opos (cara), o sea “delante de la cara”. En el teatro griego, para llegar a los espectadores, se usaba una máscara que expresaba sentimientos y emociones. Estas máscaras se llamaban persona (per: "para", sonare: "sonar o resonar") pues tenían una concavidad estrecha para la repercusión e intensidad del sonido, dado que no existían sistemas mecánicos como los actuales para intensificar el volumen de la voz.  Por eso ponían mucho cuidado en hacer los teatros con buena acústica y en hacer estas máscaras correctamente. 

Esta palabra pasó al vocabulario del Derecho romano y después a la Filosofía, Teología (estudio de Dios) y al pensamiento sobre el hombre (Antropología filosófica). En el Derecho romano los esclavos eran hombres (individuos de la misma especie) pero no eran personas. Cabría decir que el concepto de persona apareció como resultado de un proceso vinculado a la liberación, al menos teórica, de los esclavos (o de los bárbaros).

¿Quién es una persona?

Persona se opone a cosa y a animal, aunque de distinto modo. En cuanto opuesto a cosas y a animales el término persona se aproxima al individuo de la especie de los hombres* pero no es exactamente lo mismo por dos razones:

(1º) Porque existen, entre las creencias de nuestra cultura, y sobre todo en el lenguaje, personas no humanas (para algunos hay "personas divinas": Padre, Hijo y Espíritu Santo, los ángeles o el Diablo; para otros existen los extraterrestres y, para todos, en el ámbito de las 
leyes y de la política, existen las "personas jurídicas").

(2º) Porque hay seres o cosas que son humanos, pero no son personales (por ejemplo el «hombre de Neanderthal» –nadie dice: «la persona de Neanderthal»)

Persona humana añade algo no sólo a «persona» sino también a «humano». El hombre recibe algo importante cuando se le considera como persona.

 Un refrán de origen jurídico, también lo recuerda: homo plures personas sustinet, es decir, el hombre sostiene o desempeña muchas máscaras o papeles (un mismo hombre es empresario y delincuente, es padre y metalúrgico, &c.). «Persona» era, en efecto, la máscara o careta que usaban los actores de la tragedia para hablar –per sonare–. No decimos que los hombres actuales puedan no ser personas; decimos que cabe un concepto de hombre al margen del concepto de persona. 

* Decimos "Hombres" y no "hombres y mujeres" porque la palabra "hombre" en este contexto significa "ser humano" y no se opone a "mujer" sino a "no humano".  El opuesto de "mujer" en este contexto sería "varón": A veces lo que parece machismo en el idioma español (o castellano) no es más que falta de vocabulario o resultado de no conocer cómo se usan las palabras en un contexto determinado.  


¿Qué caracteriza a una persona singular

La persona singular, la "de carne y hueso" -la que no es divina, ni demoníaca, ni extraterrestre, ni jurídica-, se caracteriza por la forma en que es capaz de realizar sus acciones en función de ciertas normas o reglas de actuación.  No nos referimos solo a normas de "obediencia" ("haz esto" o "no hagas lo otro") sino a las normas que se siguen cuando se pretende conseguir algo y que son reconocidas por los demás. Algunas de esas normas podrán llegar a ser normas que esa persona se da a sí misma.  Otras normas proceden de otros individuos, vivos o muertos ya pero cuya voluntad se respeta.

Dentro de las actuaciones conforme a normas podemos distinguir dos:


Planes

Los planes lo son de personas referidas a otras personas que, a su vez, tendrán planes.  Un ejemplo conocido por el cine es el de los planes de evasión, para escapar de la cárcel o de un campo de concentración.  Un ejemplo del mundo del gobierno político es el Plan Hidrológico Nacional que pretendía desviar parcialmente cierta cantidad de agua de un río de España para poder abastecer otras regiones por las que ese río no pasa.

Programas

Los programas lo son de personas referidas a términos impersonales (o de personas en la medida en que puedan ser tratadas como términos impersonales). Los programas se clasifican en genéricos y específicos. Como ejemplo de un programa genérico para las personas que tengan la ciudadanía española o vivan entre ellas podría ponerse el Preámbulo de la Constitución española de 1978; como ejemplo de programa específico podría ponerse un programa electoral para cuatro años con el que se presenta a unas Elecciones un determinado partido político.


Pero además de planes y programas las personas singulares pueden intentar hacerse un proyecto de vida.  El proyecto tendrá que plegarse a unas normas; por ejemplo, no se puede llegar ser médico, sacerdote, profesor o abogado sin seguir unos procedimientos que siguen unas normas.  Unas normas que, a su vez, son impuestas por unas instituciones: la Universidad, la Iglesia, los Colegios profesionales (que dicen si somos o no aptos para ejercer el oficio), etcétera.  Igualmente, uno que tenga el proyecto de tener hijos tendrá que seguir unas normas: escolarizarlos, hacerles pasar todas las revisiones médicas obligatorias, etcétera, y que eso se cumpla está garantizado por unas instituciones (la Comisión de escolarización y las Autoridades sanitarias, en los dos casos que hemos puesto)

No todas las personas singulares que tienen un proyecto tienen una vocación marcada.  Algunas sí.  "Vocación" viene a significar "llamada" (viene de la palabra latina "vox" que significa "voz").  Hay quien, como escuchando una voz, se ve empujado a que su vida sea un proyecto muy determinado.  Pero no siempre es así.

Cuando las personas, con o sin vocación, no tienen ningún proyecto para su vida más que planes y programas a corto plazo quedan reducidas a "sujetos flotantes" que, como barcos a la deriva, flotan sin rumbo fijo, sin carta de navegación.  No viven exactamente sino que “sobre-viven”. 

Esos sujetos flotantes pueden ser, fundamentalmente, de dos tipos:

-       Sujetos que flotan porque no encuentran la guía de su vida pero no pueden evitar sentirse culpables y dar explicaciones por no tener un control estricto de sus vidas.  Serían los sujetos flotantes neuróticos.  Tienen empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otros) pero no vale de mucho pues no pueden hacer demasiado por los otros.

-       Sujetos que flotan y que están perfectamente adaptados a que su existencia sea esa y con tal de cumplir con planes y programas a corto plazo cuyo fin suele ser reforzar su “ego”, son poco empáticas y eso les ayuda cumplirlos pues no tienen tanto reparos en usar de ciertos medios para alcanzar los fines.  Estos son los sujetos flotantes con sesgo psicótico.