En su sentido ordinario, la palabra “masa” o “muchedumbre” significa una reunión de individuos de cualquier nacionalidad, profesión o sexo, sean cuales fueren las causas que los han juntado. Desde el punto de vista más profundo, la expresión “masa” adquiere un significado bastante diferente. Bajo ciertas circunstancias, y sólo bajo ellas, una aglomeración de personas presenta características nuevas, muy diferentes a las de los individuos que la componen. Los sentimientos y las ideas de todas las personas aglomeradas adquieren la misma dirección y no actúan como personas singulares.
Es evidente que no es por el simple hecho de estar accidentalmente el uno al lado del otro que un cierto número de individuos adquiere el carácter de una masa organizada. Mil individuos accidentalmente reunidos en un espacio público, sin ningún objeto determinado, de ninguna manera constituyen una masa.
La desaparición de la personalidad singular y la orientación de los sentimientos y los pensamientos en una dirección definida – que son las características primarias de una masa a punto de volverse organizada – no siempre involucran la presencia de un número de individuos en un sitio determinado. Miles de individuos aislados, en ciertos momentos y bajo la influencia de ciertas emociones violentas – tales como, por ejemplo, un gran evento nacional – pueden adquirir las características de una masa psicológica. Hoy en día esto es perfectamente posible gracias a Internet y la telefonía móvil. En ciertos momentos, media docena de personas puede constituir una masa psicológica; esto es algo que puede no suceder con cientos de personas reunidas por accidente. Por el otro lado, toda una población, aún cuando no exista una aglomeración visible, puede convertirse en masa bajo la acción de ciertas influencias.
Consecuencias de las masas en las personas singulares
Aquellos que componen una masa, más allá de semejanzas o diferencias en los modos de vida, las ocupaciones, los caracteres o la inteligencia de estos individuos, por el simple hecho de que han sido transformados en una masa sienten, piensan y actúan de una manera bastante distinta de la que cada individuo sentiría, pensaría y actuaría si estuviese aislado. Hay ciertas ideas y sentimientos que no surgen, o no se traducen en acción, excepto cuando los individuos forman una masa. La masa psicológica es un ser provisorio formado por elementos heterogéneos que se combinan por un momento, exactamente como las células que constituyen un cuerpo viviente forman por su reunión un nuevo ser que exhibe características muy diferentes de las que posee cada célula en forma individual.
El individuo que forma parte de una masa adquiere, por simples consideraciones numéricas, un sentimiento de poder invencible que le permite ceder ante instintos que, de haber estado solo, hubiera forzosamente mantenido bajo control. Estará menos dispuesto a autocontrolarse partiendo de la consideración de que una masa, al ser anónima y, en consecuencia, irresponsable, hace que el sentimiento de responsabilidad que siempre controla a los individuos desaparezca enteramente.
En una masa, todo sentimiento y todo acto es contagioso; y contagioso en tal grado que un individuo se vuelve dispuesto a sacrificar su interés personal en aras del interés colectivo.
Las cuatro características generales de la masa
- La masa siempre quiere crecer: No existe ningún límite preestablecido que circunscriba el número de integrantes de una masa a una totalidad definitivamente cerrada.
- En el interior de la masa siempre reina la igualdad: en el fenómeno de la masa las diferencias entre los individuos se diluyen en pos de la fuerza común; se trata de un cuerpo en el que todos los elementos son iguales en la medida en que están fundidos en un mismo cuerpo unificado.
- La masa ama la densidad, la concentración: En la formación de una masa se invierte el temor a ser tocado por el otro, el temor a transgredir los límites individuales de la persona, con lo que aparece una formación en la que los integrantes de la masa se encuentran en constante contacto los unos con los otros sin importar el "quién" particular de cada uno de ellos. Las masas aman la densidad dado que propician y auguran ese contacto indiscriminado de los unos con los otros en pos de la unidad general.
- La masa necesita una dirección: La masa "está en movimiento y se mueve hacia algo". Para la subsistencia misma de la masa y para la prevalencia del sentimiento de igualdad entre sus integrantes es fundamental que exista una meta común que esté por encima de las metas individuales de los integrantes.